viernes, 23 de marzo de 2007

Bailando sin salir de casa

La terapia del baile le llaman. Otra de tantas terapias que existen hoy en día.
Consiste en sacar bailando las penas. No importa el ritmo o la soltura al bailar, ni siquiera importa si se sabe bailar o no. Con mover el esqueleto basta.
El ser humano lo ha hecho desde siempre. Es una forma de comunicación.
Menear los pies, levantar los brazos, agitar la cabeza, dar de brincos, girar las manos, mover la panza...todo se vale.
Solo necesitas música de cualquier tipo y desinhibirte.
Así a punta de espasmos se va liberando el alma. Como un exorcismo rítmico, se suda el stress, se sacude la mente de viejos temores. Y lo mejor, no hay que ir a ningún lado a tomar esta terapia, no cuesta, no se necesita instructor o terapeuta.
Uno es su propio maestro.
A son de cumbia, salsa, rock and roll o reggetón, acaba con la depresión.
Particularmente, prefiero los éxitos de los ochentas, soy fetichista.
Enciendo la tv, busco videos, subo el volumen y a bailar se ha dicho!
Poco a poco libero endorfinas, elevo mi ritmo cardiaco, me quiero de nuevo.
Hoy bailo por convicción. Bailo para sentirme bien.
Hoy bailo para mi, conmigo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

y que bien los haces chula!