lunes, 19 de marzo de 2007

No quiero marearme, por eso dejo el libro y clavo la mirada en el paisaje. Antes cuando viajaba en coche podía leer sin dificultad, ahora no. Cosas de la edad tal vez o quizá solo predisposición de la mente. No lo lamento. El camino es hermoso. Mas de 30 años viajando por aquí y aún me parece hermoso. Ahora más que antes. Han creado nuevas vías hacia el mismo lugar, modernizaciones de la autopista que nos permiten disfrutar de lago de Cuitzeo en su esplendor.
Allá a lo lejos se ve el pueblecito por donde pasé muchas veces, convertido ahora en "pueblo mágico" para que no se hunda en el olvido. La carretera cruza el lago de orilla a orilla, invadiendo el hábitat natural de varias especies de aves. Pienso en el daño que esto ocasiona, pero la belleza es tanta que mejor me quedo absorta en la fauna del lugar.
Que paz. La velocidad del auto no se siente, solo el pasar de los juncos y a lo lejos las aves.
El sol se pone, y parvadas enteras regresan al hogar. Igual que yo.

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