lunes, 12 de marzo de 2007

De plantas, letras y abono.

Hoy se alinearon los astros, se cuadró mi signo astral o algo sobrenatural pasó. Hoy reencontré a mi antiguo jardinero. Se había desaparecido del mapa por mucho tiempo, dejándome sola y abandonada, lamentando haberle dicho sus verdades la última vez que podo mis ficus.
Varios otros pasaron por aquí, sin pena ni gloria. Dejándome mas triste al ver mis helechos amarillos y la garra de león trasquilada.
¿Quién como él? - me decía a mi misma- que me entendía tan bien. Solo él interpretaba mis emociones. Si una semana andaba yo "apachurrada" me plantaba belenes coloridos mas allá de donde yo imaginara para que fuera sorpresa; si otro día me veía eufórica entonces me daba paz con un caminito de margaritas y la enredadera bien podada. Cada semana me escuchaba,paciente, decirle como me gusta el jardín, como es importante abonar la tierra y como el agua ni mucha ni poca. Sabiendo de sobra que el maestro es él.
Mi jardín resintió su ausencia, pero creo que mi espíritu lo resintió mas. En esa relación que tuvimos hace años, que duró tan poco (apenas 5 meses) se convirtió en mi alma gemela. Fue mi maestro en esto de la "jardinería", despertó mi amor por plantar mis emociones y cultivar mis sensaciones. Me enseño todo lo que se puede lograr con un pedazo de tierra fertil, como una hoja en blanco para ser llenada con palabras... "Al plantar -me decía- "todo es amor, toda creación es un acto de amor, un amor inmenso"- Así entendí que al abonar estamos ayudando a germinar amor, vida. Cada siembra es un arte que damos a los demás.
Mi jardinero esta de vuelta. Cierto es que yo le busque hasta encontrarlo. Ahora cuando nos vemos me echa en cara el que siga yo haciendo el jardín como si jugara; que quiera plantar cada hierba con una metáfora -no aprendió nada Sra. Rodríguez, ¿que hace para cultivarse?-
Yo le sigo diciendo como me gusta el jardín, que si la tierra debe estar abonada, que si agua ni mucha ni poca. El sigue siendo el maestro.

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