miércoles, 21 de marzo de 2007

Feeling Blue

Hoy amanecí con antojo de chocolate. Mi antidepresivo favorito.
Una vez por mes, mas o menos, recurro a el para sacarme la nubecilla azul que me cubre el corazón. Cuestión hormonal tal vez.
Lo cierto es que me funciona. Como si al beber esa melcocha obscura o saborear un trozo de ese manjar, se pusiera en marcha mi motor de emociones.
Sofi, mi amiga del alma, decía que no hay sensación más placentera que la del empalagamiento. Sentir adormecida la garganta, la lengua aletargada y un deseo sublime por que eso no acabe. Embriagarse de dulzura hasta que no se puede más. Que razón tenía.
Y lejos de hacer una oda al chocolate lo que me propongo hoy es descubrir ¿por qué amanecí así?¿qué motivo oculto me provoca estar con la guardia baja? ¿cómo es que me soporto con estos cambios de humor? ¿cómo es que me soportan los demás???..

Ya. Bebo mi taza caliente, me arremolino en el sillón y dejo que poco a poco me haga efecto esta poción. ¡Ah bendito chocolate!

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