jueves, 29 de marzo de 2007

Un instrumento de tu paz.

A veces cuando hacemos algo no tenemos en cuenta el efecto de nuestros actos, sobre todo cuando lo que hacemos no es para nuestro beneficio.
El otro día saque un bonche de libros; unos ya leídos otros no, de la universidad, de años atrás, etc.. pensé en regalarlos, en llevarlos a un depósito o algo así.
Ese noche recibí algunas amigas en la casa y aproveche. Los libros estaban ahí en la escalera, muy a la mano y sin pensarlo les dije -tomen el que gusten-
No todas lo hicieron , solo algunas, que raro, te regalan libros y no te inmutas,pero en fin. Las que vieron dijeron encontrar cosas interesantes y hasta se sorprendieron de mi desapego por esos libros. -Ya me nutrieron, ahora que fluyan- dije.
Pasaron los días y de pronto el esposo de una de esa amigas me dijo -muchas gracias-
Me sorprendió, -¿de qué?- conteste.
-Por el libro, me ha servido mucho, es justo lo que necesitaba. Tenía días buscando , pidiéndole a Dios una señal, un mensaje, y este libro..es justo lo que necesitaba. Así exactamente, es lo que buscaba.- dijo.
Pensando luego en eso, me acorde de aquella película "Cadena de favores" se llama, que plantea la posibilidad de generar una onda expansiva de actos generosos, que den bienestar a los demás.
Muy profunda y emotiva película. Y pensé también en la oración de San Francisco de Asis, "Hazme un instrumento de tu paz..."
Entendí que nuestros actos provocan cosas y cada vez alguien se ve afectado. Por eso si algo he de pedir que sea eso, así solo eso, "hazme un instrumento de tu paz".

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bien, la pregunta es, tu crees q tu hiciste eso, pero te has preguntado q quiza Dios actuo a traves de ti para q ese libro llegara a tu amigo... tu fuiste el instrumento mediante EL cual el actuo...